Sor María del Patrocinio
Concepcionista Franciscana
María de los Dolores Quiroga y Capopardo, 1811 - 1891
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BOLETÍN INFORMATIVO
de la Causa de Beatificación
Nº 112 - Agosto 2023
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NOVIEMBRE, MES DE LOS SANTOS
1 DE NOVIEMBRE, FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS
2 DE NOVIEMBRE, DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS
SALVE A LA VIRGEN DEL OLVIDO, TRIUFO Y MISERICORDIAS
Interpretada en la Iglesia por coro y orquesta de cámara
Escuchar (7 minutos) y ver texto haciendo clic en la imagen ->
NOVIEMBRE, MES DE TODOS LOS SANTOS
Ahora cuando ya estamos metidos en el otoño, con las tardes cortas y las noches largas comenzando a asomar los primeros fríos, nos llega el mes de noviembre y con él el día dedicado a todos los santos.
Celebramos la festividad de todos aquéllos que han pasado por el mundo enriqueciéndonos con su vida llena de amor y de santidad.
Son santos desconocidos, con los que nos hemos tropezado infinidad de veces; que no han subido a los altares ni han sido canonizados porque pasaron por la vida en silencio. Se dedicaban a socorrer y ayudar a los que más lo necesitaban, a veces incluso poniendo
en riesgo su propia vida. Su labor no fue, por desconocida, elogiada en ningún medio de comunicación. Solo Dios la conocía y solo Él a la hora de recibirlos en su Reino habrá santificado sus almas.
Por todo ello, y en su recuerdo, hemos de ofrecerles nuestras oraciones para que intercedan por nosotros y nos llenen de santidad para seguir el camino de amor y entrega a los demás, que interrumpieron cuando Dios los arrancó de este mundo.
Asimismo, con el mes de noviembre nos llega el día que nos invita a recordar a nuestros difuntos.
Nos acordamos de todos los seres que hemos querido y que la muerte nos ha arrebatado. Es un día para la memoria, pero también para orar. Para pedirle al Señor por nuestros difuntos y por los que desconocemos que también duermen el sueño eterno.
Debe ser un día para la esperanza. La esperanza que brota del amor de Dios y de la salvación que nos ofrece.
La muerte podrá llevarse a los seres que amamos, pero más fuerte que la muerte es el amor de Dios que nos habla de vida y de resurrección. Y esto es lo que debemos pedir al Señor en esta jornada para aquéllos que la muerte nos arrebató.
La esperanza a la que nos llama Jesús nos permite mirar más allá de la muerte y esperar vida y salvación. Y todo por el amor de Dios; tanto nos ama que nos ha hecho hijos suyos y nos llama a la vida.